28 de noviembre de 2017

A QUIEN CONMIGO VA. A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (5)

Por Marat

405 muertos en los centros de trabajo en lo que va de año. Como l@s trabajador@s no tienen lobbies subvencionados y su realidad no es interclasista miráis para otro lado, identitarios postmodernos y burgueses.

El izquierdismo útil al sistema capitalista reivindica su democracia, condena una represión contra los que no son sus explotados y encuentra razones de combate ajenas siempre a los trabajadores. Poneos una camiseta que diga NO AL GENOCIDIO DE LAS MUSARAÑAS.

Hoy 27 de Noviembre casi toda la prensa deja atisbar las intenciones del capital y de su gobierno actual (todos los del parlamentarismo burgués lo son) la liquidación de las pensiones públicas pero tú prefieres hablar de fútbol, procés o postmoderneces. Pueden permitirse el lujo de ser sinceros. Tú se lo permites con tu indiferencia o con tu cruel estupidez de desclasado que siempre tira en contra de quienes debieran ser los tuyos.

¿Sabéis lo que significa «las kellys»? Las-kellys: “las-que-limpiamos”. Son camareras de hotel, con dignidad de trabajadoras, al viejo estilo que ya no se lleva, identidad de clase y no de vuestras horteradas pijas y con un impresionante sentido de porqué luchan.

El Black Friday de estos días es el mismo engaño de las rebajas de antaño, que subían los precios antes de reducirlos. Pero en inglés idiotiza tanto como el Halloween o la posibilidad de que un día convirtamos en fiesta nacional, de vieja raigambre, el día de “acción de gracias”. Para la clase trabajadora, el Black Friday es la oportunidad de un jersey, que pronto se dará de sí y le saldrán pelotillas, para los días de frío. Para los más desclasados, el engaño de algo que no necesitan, por eso de lo que un día muchos se tragaron el cuento de la “democracia de consumo”.

Cada día mayor acoso al trabajador por parte de los empresarios, con la complicidad de tu indiferencia de desclasado progre al que cualquier identidad que no sea de clase le interesa mucho más. Espiar al trabajador es algo tan antiguo como la relación contractual del empresario con él pero ahora ya se hace persiguiéndole por GPS y además es legal porque la ley es siempre la del explotador que decide que servidores del Estado son de su gusto.

¡Qué viejos me resultáis los niñatos pequeñoburgueses que reclamáis «democracia», siempre burguesa, en lugar de socialismo. Para ser tan modernos y postmodernos volvéis a 1776 (Declaración de Independencia en la revolución americana) y 1789 (revolución francesa). La que tiene muchos menos años, la de 1917 (revolución socialista de octubre) os parce casposa. ¡Qué despreciables sois!

En el proceso hacia la Revolución de Octubre Lenin no se definió de izquierdas. Sus lemas eran pan, paz y tierras. Su concepto del Estado el de los sóviets, la única democracia que no era un sarcasmo. La que nacía del poder de los trabajadores en las fábricas y de los soldados por encima de sus oficiales zaristas, de la tierra para los campesinos pobres y la fuerza de los kombéds. El socialismo no era de izquierda. Ésta siempre fue una plañidera ante los crímenes del capital.

Cuanto más reivindiquéis unos y otros vuestras patrias más os despreciaremos los trabajadores conscientes que sabemos que en su defensa nos destináis a ser los que hemos de morir por ellas.

Huidas al extranjero de quienes dicen ser exiliados, inventos de la teoría de la masacre, aceptaciones del 155 para seguir en el machito indepe, europeismo y antieuropeismo con un mes de diferencia, dinero empleado en cuestiones ajenas a los servicios públicos,...suma y sigue.

Los indepes y su troupe han logrado instalarse en una realidad tan paralela que han conseguido que sus delirios burgueses nos importen a quienes no lo somos un carajo.

Los demócratas de una y otra tribu pactarán el reparto del botín que obtienen de expoliar a la clase trabajadora y a muchos os parecerá un logro de paz social.

21 de noviembre de 2017

TAXI (EN RECUERDO DE HILARIO CAMACHO). A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (4)

Por Marat
"Y gritas:
“¡Taxi!
¡Sáqueme de aquí! ¡No puedo,
no, no, seguir así!
¡Lléveme por la ruta de la paz
dirección prohibida sin parar hasta el mar”!.
Y gritas:
“¡Taxi!
¡Taxi!
¡Sáqueme de aquí!”.
(Hilario Camacho)

¿Cuándo se jodió la esperanza de un mundo más justo, humano e igualitario? ¿Cuándo los monstruos de las patrias enloquecieron a los seres humanos? ¿Cuándo se sustituyó la denuncia de la explotación por la reivindicación del identitarismo de la tribu? ¿Cuándo se decidió perseguir a la razón en beneficio de la locura? Cuando los explotadores descubrieron que era más sencillo manejar a la masa estúpida que reprimir directamente a los subversivos. Les echaron encima a los borregos hasta que pasaron por encima de ellos y ahogaron su voz.

Empezaron por envenenar a los supuestos representantes de los parias diciéndoles que había miles de matices intermedios entre el opresor y el oprimido y que faltaban muchas otras “liberaciones” por hacer antes de que el esclavo se liberase. Les convencieron de que su camino sería más fácil empezando por pequeñas batallas de microopresiones, creando nuevas identidades que importaban mucho a las clases intermedias, porque sus demandas estaban muy lejos de la realidad del oprimido. Del multiculturalismo al postgénero, del postmodernismo al relativismo, de la idea de pueblo, que enmascara opresiones más profundas, a la de nación, de la gente, que mezcla clases, al animalismo como nuevo sujeto, del democratismo del progre al relato, del feminismo reformista al antagonismo que sustituye clases por odio entre mujeres y hombres.

¿Cuándo dejamos de reconocer al compañero, al igual en humillación para sustituirlo por el desconocido “amigo”, tantas veces intoxicador a sueldo, de redes antisociales? ¿Cuándo los nuestros se pasaron al campo del opresor, disfrazado de rebelde? ¿A cambio de qué y, sobre todo, por cuánto para sus mesías?

¿Cuándo los que decían sostener el hilo de la emancipación se convirtieron en estatua de sal, en farsa, en mueca de sí mismos, en mentira?

¿Cuándo lo indómito se convirtió en dulce gatito obediente y en servidor del orden de nuestros opresores? ¿Cuándo empezaron a traicionar lo que fueron un día?

Vendrán de nuevo los bárbaros. Ya están aquí con sus horcas y sus uniformes de muerte, están entre nosotros, muchos los lleváis dentro de vosotros. No sois capaces siquiera de reconocer cómo os han transformado por dentro. No los culpéis. Os transformasteis en los monstruos que jurasteis un día combatir.

Ahora todo se ha vuelto micro. Dentro de cada una de esas reivindicaciones, que ha fomentado, alimentado y subvencionado el capital, han nacido nuevos antagonismos. Gais que demandan el derecho a la paternidad mercantilizando el útero de las mujeres, defensoras de la prostitución frente al derecho de la mujer a no ser tratadas como sexo con patas, tribus contra tribus, ateos anticatólicos pero feroces censores de cualquier crítica al islam, con la amenaza de anatema de que cualquier crítica hacia lo que representa es islamofobia, trabajadores desclasados que odian a quienes conquistaron mejores condiciones laborales y salariales. Todos contra todos hasta el individualismo salvaje más guerracivilista y feroz.

Quisisteis ser modernos y os habéis convertido en los más antiguos salvajes, aquellos que ni siquiera disponéis del corpus social porque vuestro intento de evitar el antagonismo básico explotador-explotado, capital-trabajo, os ha conducido al darwinismo social más cruento, el de que cada uno se busque la vida como pueda, contra todos pero principalmente contra sus iguales, contra quienes soportan similar condición de galeotes.

Ya sois unos perfectos liberales pero no en la cúspide de la pirámide social sino en el barro. El capital os tiene donde quería.